PODEMOS ASISTIR A LA QUIEBRA DE LA DEMOCRACIA

El asunto de la amnistía, como es tan zafio, resulta ser una mercancía de difícil venta, incluso para el PSOE, que es un experto vendedor de crecepelo. Hace un par de fines de semana estuve con unos amigos comiendo; uno de ellos, que es un tipo rápido y ágil de mente, es fiel votante de Sumar. Él sabe que yo voté al PP, al igual que yo sé que votó a Sumar, y siempre que sale el asunto de la política busca sabe de antemano que voy a intervenir, generalmente, con unas impresiones contrarias a las suyas. Esto sucedió con el asunto de la amnistía. Estaba comentando la sesión de investidura de Feijóo, criticando que fue una farsa porque se sabía que no iba a salir investido presidente; concretamente, comentó jocosamente la frase que pronunció el candidato del PP "yo no he querido ser presidente". Se rieron algunos mientras yo, que ya había leído esta crítica en los medios gubernamentales -que no de izquierda, ya que se alinean con el Gobierno y no con los valores y principios de la izquierda, si es que puede seguirse empleando esta dicotomía-, por lo que jugaba con ventaja: tenía pensada la respuesta. Le argumenté que la frase de Feijóo era exacta, pues ¿qué razón puede tener Junts para preferir un gobierno de Sánchez y no de Feijóo? Solo una: que Sánchez les conceda sus peticiones y Feijóo, no -o, al menos, no tantas-. Esa es la clave. Por cierto, dado que Sánchez afirmó de manera rotunda en los dos debates que hubo que no habría amnistía ni referéndum, al igual que el partido Sumar no lo llevaba en su programa electoral, es una cuetsión de pura salud democrática que se convoquen elecciones: comprobaríamos si los electores ante el compromiso de Sánchez y Yolanda Díaz de amnistiar a los presos que dieron el golpe de estado (a los policías no, claro, esos son fascistas) siguen apoyándolos. De lo contario, estaríamos ante la consumación de un gigantesca mentira. Los ciudadanos votaron desconociendo el verdadero proyecto del PSOE y Sumar; es decir, habían votado engañados. Ya sé que a Sánchez le da todo igual, pero lo que no podemos hacer es quedarnos callados.

Sánchez está dispuesto a romper España, a yugular la igualdad entre españoles, a desprestigiar el TC y a humillar al TS con tal de que los seis diputados de Junts apreten del botón del "sí" el día de su investidura. Es tan elemental que hasta los más adeptos tiene serias dificultades en argumentar a favor (les propongo que enciendan La Sexta o canal 24h y vean a los tertulianos cómo tratan de defender aquello que ellos mismos escasos días atrás criticaban). Es un espectáculo tragicómico. Si las informaciones son ciertas, y Conde-Pumpido está ayudando a redactar la ley de amnistía y no se abstiene en el posible recurso de inconstitucionalidad, podemos estar hablando de una quiebra del estado de derecho español; estaríamos, pues, ante el inicio del fin de lo que se ha llamado "el régimen del 78", que no es otra cosa que la democracia. Y las consecuencias pueden ser catastróficas: veremos cómo responde el pueblo español porque pueden desencadenarse hechos imprevisibles e indeseables.

Comentarios

Entradas populares